Después de la comida y un rato de descanso, a las cuatro de la tarde volvemos a encontrarnos para continuar nuestra Eucaristía inaugural. En el ofertorio presentamos la realidad de nuestro movimiento a través de los carteles que cada región o grupo ha traído. Es un momento fraterno y especial que nos ayuda a descubrir toda la riqueza que tenemos.
Continúa la plegaria eucarística que culmina con la Comunión y un tiempo de reflexión personal en el que se nos invita a dialogar con Dios y preguntarnos cuáles son los desafíos a los que nos enfrentamos en esta asamblea.
En la Acción de gracias, después de un descanso, Patricia Arancibia, nos invita a compartir por parejas esta reflexión: ¿Qué queremos lograr en estos 10 días de Asambe General?
Después nuestro secretario general, Tino Rodríguez, nos recuerda lel importante papel que juegan los miembros de la asamblea: la Asamblea es la responsable de la marcha del movimiento durante los próximos cuatro años. Compartimos las diferentes reflexiones de los miembros de la asamblea: Dejarnos evangelizar por el otro, saber llevar lo vivido a nuestras comunidades, salir con la certeza de que le Epíritu ha estado aquí, mimar a las comunidades sin región, converrtirnos en evangelizadores al estilo de Claret,...
Terminamos nuestra eucarisitía con la lectura del reglamento de la asamblea y el canto final a María.