Quibdó 16 de julio de 2022
Hoy, después de 50 años de la llegada a Quibdó, Chocó, de un grupo de seis jovencitas (el 16 de julio de 1972), me atrevo a hacer una pequeña memoria de lo que han sido estos años para el Movimiento de Seglares Claretianos, en esta pequeña región de Colombia: Vicariato de Quibdó, hoy, Diócesis de Quibdó, animadas y asesoradas por el entonces, Provincial de los Misioneros Claretianos de Colombia Occidental P. Gonzalo de la Torre.
Conformarnos como “Grupo de Asociadas Claretianas”, era nuestra misión (Hoy, aún, sobrevivimos Mary Luz Torres y (yo) Justa Victoria Sánchez Caballero - Justy).
Desde entonces hemos adquirido la conciencia de “Evangelizadores” unidas a la gran Familia Claretiana, quien nos hizo sentir en “Familia”, por el testimonio amoroso y fraterno de los que en ese momento nos acogieron en la gran tarea evangelizadora, en la que un nuevo horizonte se abría para la Iglesia a partir del Concilio Vaticano Segundo.
NUESTRA DESPEDIDA
Quibdó, 17 de junio de 2022
En este momento de su despedida, sentimos tristeza y nostalgia por tantos momentos compartidos en la misión evangelizadora de Jesús, pero al mismo tiempo nos sentimos contentas porque la Diócesis de Quibdó es Buena Noticia para los pueblos indígenas, afros y mestizos que conforman esta Iglesia.
Son muchas las alegrías y esperanzas vividas y también los momentos de dolor, angustia e incertidumbre por tantas violaciones a los Derechos Humanos y a los Derechos de los Pueblos, ocasionadas por actores armados ilegales y legales que se han tomado los territorios colectivos; por la falta de diálogo y la ausencia del Estado en los territorios, a lo que se suma la pandemia del Covid 19 y los desastres naturales, que han agudizado esta situación, aumentando el sufrimiento del pueblo.
Frente a esta situación, hemos sentido su voz profética desde el evangelio, denunciando con valentía, desde la verdad y con imparcialidad todos estos atropellos, junto con las organizaciones étnicoterritoriales y sociales, que valoran este acercamiento de la Iglesia a sus luchas y aspiraciones como pueblo; y también colegiadamente con sus compañeros Obispos del Chocó, (Istmina-Tadó y Apartadó). Este testimonio se ha reflejado en la Iglesia Colombiana que se ha unido al clamor del pueblo y que ahora la vemos mucho más cercana a la realidad que vive Colombia.
Damos gracias a Dios porque, a pesar de tantas dificultades y del trabajo arduo, lo hemos sentido como nuestro hermano mayor, nuestro amigo y compañero, sencillo y cercano, escuchando atento a los evangelizadores y al pueblo. Agradecemos de una manera especial su apoyo económico a través de la presentación de proyectos, dando su aval a Adveniat, Manos Unidas y Gobierno de Aragón (España), donde fueron presentados. Fruto de esa gestión está la Escuela de Artes y Oficios que hace presencia en la Ciudadela MIA y sectores aledaños, brindando oportunidades de formación humana y cristiana, así como técnica en artes y oficios para la generación de ingresos y empleo, sobre todo a mujeres y jóvenes.
Porque seguimos unidos en la misión de la Iglesia Universal formando un solo cuerpo y siendo testigos de Jesús Resucitado, el cual se manifiesta en la resurrección del Pueblo de Dios, sufriente y martirizado, despedimos a Monseñor Juan Carlos Barreto, deseándole muchos éxitos en la Diócesis de Soacha, confiando en que seguirá orando por esta iglesia de Quibdó porque, como Seglares Claretianos, seguiremos orando por usted y su nueva Diócesis que acompañará a partir del 25 de junio de 2022.
En nombre de Seglares Claretianas de Quibdó, damos gracias a Dios, por su cariño y testimonio profético, de entrega y compromiso evangélico.