Fotografías de víctimas de la tragedia de El Cambray 2 fueron colocadas en un altar. (Foto Prensa Libre: Fernando Cabrera)
A mediados de Septiembre un fuerte terremoto sacudía la zona centro-norte de Chile. Nuestros hermanos seglares claretianos de Andacollo, a unos 200 km del epicentro de seísmo, lo sintieron muy de cerca. Gracias a Dios no hubo que lamentar desgracias, pero la situación fue angustiosa. A algunos les sorprendió en una celebración folklórica del colegio parroquial donde trabajan varios seglares claretianos. El centro estaba lleno de espectadores. Se vivieron momentos de pánico, aunque afortunadamente sólo hubo que lamentar algunos heridos por la caída de una viga. Los días posteriores sufrieron las secuelas del miedo a las réplicas y las ausencias temporales de comunicaciones por los daños.
A primeros de octubre, a 15 km de la a capital de Guatemala, en aldea El Cambray II de Santa Catarina Pinula, un alud de tierra dejó más de un centenar de muertos y de 300 desaparecidos. La mayoría de los que vivían en la zona eran jóvenes con hijos de corta edad. Los seglares claretianos de Guatemala se encuentran bien, pues a ellos no les ha afectado directamente, pero se sienten profundamente apenados por la tragedia tan próxima.
Ante estos desastres naturales, nos sentimos hermanos y cercanos en los momentos de temor y dolor y rogamos a María, nuestra Madre, que nos siga cuidando y protegiendo. Que ella consuele especialmente a las familias afectadas y conmueva nuestro corazón para solidarizarnos con ellos.
