El sábado 22 de junio nos juntamos la Comunidad CES como todos los años para finalizar el curso. Lo hicimos, como siempre, en la casa claretiana de Dima que da la posibilidad para que también los niños tengan su espacio abierto de juego; además el tiempo nos acompañó con un día soleado y caluroso. El tema este año era nuestra propia comunidad, cómo nos queríamos organizar para el curso que viene, además de pasar un tiempo lúdico juntos.
Previamente ya habíamos contestado una encuesta de disponibilidad comunitaria que habíamos contrastado en las comus pequeñas. Desde la convocatoria se insistió mucho en la participación y gracias a ello la asistencia fue numerosa, contando incluso con la presencia de una persona que quiere conocer nuestras comunidades, procedente de los grupos de familias del colegio Claret Askartza ligados a la catequesis familiar. Tras la oración inicial y un rato de reflexión personal para ponernos en sintonía comunitaria con el texto sobre la comunidad que tenemos como preparativo para la asamblea general de Medellín, hicimos el trabajo conjunto. La JP (Junta Parmente) presentamos una propuesta de nueva distribución que se contrastó entre todos con diferentes aportaciones siempre en tono fraterno y desde diferentes visiones.
Como el diálogo se alargó más de lo previsto, dejamos para la sobremesa otras informaciones previstas, y tras una pequeña pausa, celebramos la eucaristía. Tras la comida y durante el café se informó de cómo iban los preparativos para la asamblea general y en qué estado estaban las reflexiones de una comisión que tiene el encargo de estudiar algunas cuestiones económicas de CES.
Finalmente la tarde, sobre todo las familias con niños, la disfrutamos lúdicamente con música, alguna guerra de agua y simplemente con un rato de compartir.
Ignacio Crespo (CES de Leioa, Región Norte de España)