Del 5 al 10 de diciembre, la Familia Claretiana se reunió en Mühlberg, en el corazón de la antigua Alemania del Este, en el centro ecuménico Marienstern, para su IX Encuentro con el tema: “Diálogo con la cultura para una Nueva Evangelización”. Este encuentro se lleva realizando cada cuatro años desde 1984, con el ánimo de profundizar, compartir y proponer nuevos caminos de comunión en el carisma claretiano misionero.
Desde aquí podéis descargaros la DECLARACIÓN FINAL DEL ENCUENTRO.
Nos encontramos responsables generales y delegados de seis de las ocho ramas que componen esta familia de evangelizadores, tantas veces soñada por Claret [1]. Contamos con el buen servicio de Paul Smyth cmf como facilitador. Durante el encuentro, se eligió a María del Mar Álvarez, Directora General del Instituto Secular de Filiación Cordimariana (HICM), como presidenta de la Familia Claretiana para el próximo cuatrienio, relevando en la coordinación a los Seglares Claretianos.
Los cristianos se consideran allí iglesia en diáspora. Y con razón: 23% de cristianos, 3% de católicos. Con un pequeño grupo de ellos compartimos en un diálogo ecuménico muy enriquecedor las dificultades que ha superado esta iglesia perseguida (tanto católica como reformada) hasta la caída del sistema soviético, y las dificultades que soportan con fe y esperanza. Esta situación histórica ha producido una especial sensibilidad de fraternidad ecuménica, patente en la comunidad de misioneros claretianos, que nos acogió con alegre y generosa hospitalidad.
Para enfrentarnos con autenticidad al desafío que nos proponía el tema del encuentro, entendimos que era preciso profundizar en la cultura interna de la familia claretiana y en la naturaleza de sus relaciones, enfrentando con cordialidad y confianza los retos de crecimiento que detectamos en este único cuerpo carismático, entendiendo la diversidad como riqueza necesaria para la evangelización con otros tal como la soñó San Antonio María Claret.
Revisamos y valoramos la trayectoria de estos encuentros iniciados en Roma en 1984 e identificamos los acuerdos que siguen vigentes hoy: celebraciones comunes; proyectos y acciones convergentes de JPIC, misión educativa, formación, pastoral Juvenil Vocacional; mejoras en las redes de comunicación; etc.
Sobre la cuestión del “Diálogo con la cultura para una nueva evangelización” volvimos la mirada a Claret como inspirador de nuestras actitudes y actuaciones, encontrando en él las luces para ponernos en camino y llegamos a algunas conclusiones: que debemos seguir profundizando en los valores propios de la “cultura de familia claretiana”, para que llegue a ser patrimonio común por todos los medios a nuestro alcance; que queremos conocer mejor los rasgos característicos propios de cada uno de las ramas como tesoro que a todos nos pertenece; que necesitamos una profunda conversión personal en el modo de vivir la mística del encuentro y de la comunión para discernir las luces y las sombras de cada cultura e identificar la “semilla de Dios” que hay en cada una de ellas; y que debemos ayudarnos como familia a mejorar el desafío cultural del encuentro con no creyentes y alejados, otras religiones, emigrantes, jóvenes, nativos digitales…
Una cosa tuvimos clara desde el principio: no queríamos hacer un encuentro “protocolario” o “institucional”. Queríamos avanzar de verdad en ese sueño compartido y nos preocupa no saber transmitir este fuego de comunión evangelizadora a todas las personas de nuestras instituciones. Espero de corazón que, entre todos, en familia, lo logremos.
Tino Rodríguez (Delegado para la FC de los seglares claretianos)
[1] No pudieron asistir las Misioneras del Inmaculado Corazón de María de Méjico ni las Misioneras de María Inmaculada de Guinea.